Quienes dicen que la política no
cambia nada porque ellos deben seguir trabajando, los que dicen que los políticos
solo buscan su beneficio personal y quienes dicen que la política es un parásito
de la economía, todos tienen razón. Pero son inconsecuentes la mayoría de
ellos, cuando se trata de que el estado les beneficie con la renta de otras
personas más acaudaladas, que consiguieron aquello con un gran esfuerzo o
gracias a una herencia.
El estado no podría sobrevivir
sin la amenaza del uso de la fuerza, esto se realiza extrayendo los recursos
creados por los ciudadanos privados en un determinado territorio donde el
estado reclama su determinante acción burocrática. Los revolucionarios hipócritas
pueden estar de acuerdo conmigo hasta acá, porque entienden que el estado ha
sido uno de los mayores problemas de nuestra civilización, pero cuando se trata
de agredir a los supuestos explotadores para beneficiar a las personas que
tienen contacto político con ellos, no tienen problemas. Es decir son mucho más
estatistas que los conservadores.
La familia como fuente natural de
valores positivos y enseñanza del esfuerzo personal para que los individuos se
ganen la vida con justicia, perdió en gran medida su valor producto de los estados
gigantescos de los últimos dos siglos, las misiones religiosas para combatir la
pobreza quedaron en segundo plano gracias a los impuestos “progresivos”, medida
que los estatistas aman, castigando así a las personas que estudiaron mucho más
y consiguieron un mejor trabajo. Estos impuestos, se ha visto como no
solucionan nada, incluso ha sido peor producto de que cada vez existen más
personas que reclaman su parte y dependen del estado, entonces las familias y
costumbres religiosas que antes enseñaban a pescar y no dar los pescados como
dicen popularmente son absorbidos por la agresión política clientelista de las
elecciones, donde prometen bonos y ayudas cortoplacistas que no atacan los
problemas de raíz.
Por las razones del tercer
párrafo los conservadores deberían ser libertarios radicales, ya que en gran
medida se han ido perdiendo las costumbres tradicionales porque el estado ha
atacado la propiedad privada y con esto, las familias no son el núcleo más
elevado de la sociedad.
Los izquierdistas que plantean
que el estado ha sido la institución que más favorece a las clases dominantes,
deberían plantearse la siguiente pregunta ¿No es incoherencia afirmar esto y
luego querer más estado de lo que actualmente hay? Yo creo que no solo es
incoherencia, sus bases son erradas. No distinguen bien quienes son los
verdaderos explotadores, los líderes de sus partidos políticos socialistas, que
no son otra cosa que los más grandes antisociales de nuestra civilización, nunca
han respetado el principio de no-agresión, porque ellos viven de la agresión
expropiatoria del estado.
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