lunes, 29 de julio de 2013

El estado no debe crecer.



Quienes dicen que la política no cambia nada porque ellos deben seguir trabajando, los que dicen que los políticos solo buscan su beneficio personal y quienes dicen que la política es un parásito de la economía, todos tienen razón. Pero son inconsecuentes la mayoría de ellos, cuando se trata de que el estado les beneficie con la renta de otras personas más acaudaladas, que consiguieron aquello con un gran esfuerzo o gracias a una herencia.

El estado no podría sobrevivir sin la amenaza del uso de la fuerza, esto se realiza extrayendo los recursos creados por los ciudadanos privados en un determinado territorio donde el estado reclama su determinante acción burocrática. Los revolucionarios hipócritas pueden estar de acuerdo conmigo hasta acá, porque entienden que el estado ha sido uno de los mayores problemas de nuestra civilización, pero cuando se trata de agredir a los supuestos explotadores para beneficiar a las personas que tienen contacto político con ellos, no tienen problemas. Es decir son mucho más estatistas que los conservadores.

La familia como fuente natural de valores positivos y enseñanza del esfuerzo personal para que los individuos se ganen la vida con justicia, perdió en gran medida su valor producto de los estados gigantescos de los últimos dos siglos, las misiones religiosas para combatir la pobreza quedaron en segundo plano gracias a los impuestos “progresivos”, medida que los estatistas aman, castigando así a las personas que estudiaron mucho más y consiguieron un mejor trabajo. Estos impuestos, se ha visto como no solucionan nada, incluso ha sido peor producto de que cada vez existen más personas que reclaman su parte y dependen del estado, entonces las familias y costumbres religiosas que antes enseñaban a pescar y no dar los pescados como dicen popularmente son absorbidos por la agresión política clientelista de las elecciones, donde prometen bonos y ayudas cortoplacistas que no atacan los problemas de raíz.

Por las razones del tercer párrafo los conservadores deberían ser libertarios radicales, ya que en gran medida se han ido perdiendo las costumbres tradicionales porque el estado ha atacado la propiedad privada y con esto, las familias no son el núcleo más elevado de la sociedad.

Los izquierdistas que plantean que el estado ha sido la institución que más favorece a las clases dominantes, deberían plantearse la siguiente pregunta ¿No es incoherencia afirmar esto y luego querer más estado de lo que actualmente hay? Yo creo que no solo es incoherencia, sus bases son erradas. No distinguen bien quienes son los verdaderos explotadores, los líderes de sus partidos políticos socialistas, que no son otra cosa que los más grandes antisociales de nuestra civilización, nunca han respetado el principio de no-agresión, porque ellos viven de la agresión expropiatoria del estado.

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